La caída del sector también ha supuesto la salida de una decena de altos ejecutivos, además de numerosos consejeros que han ‘huido’ de los órganos de administración de las compañías.
Cerca de 3.000 puestos de trabajo y nueve altos ejecutivos. Como si de una catástrofe natural se tratase, éste es el balance de los primeros ocho meses de crisis del sector inmobiliario. Este cómputo, elaborado teniendo en cuenta únicamente los concursos de acreedores y expedientes de regulación de empleo (ERE) de las mayores inmobiliarias españolas, resultaría mucho más abultado si se sumaran las numerosas pymes que han cerrado.
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